
La mejor dieta para la circulación de tus piernas
Con la llegada del calor vuelven a la carga los problemas asociados a una mala circulación: pesadez de piernas, tobillos hinchados, se agravan las varices y las hemorroides, hasta incluso te empeora la celulitis… justo ahora que te apetecía olvidarte de la ropa de invierno.
¿Por qué a tus piernas les afecta tanto el calor?
Porque provoca vasodilatación y aumenta la permeabilidad capilar y por lo tanto se acumulan más líquidos.
Pero el calor no es el único factor provoca que sientas tus piernas como si pesasen el doble: les afecta también el sobrepeso, el estreñimiento, un estilo de vida sedentario, el permanecer mucho tiempo de pie y sobretodo la dieta.
¿Cómo influye tu dieta en la circulación?
Uno de los factores que causan la aparición de problemas circulatorios es la acumulación de lípidos en las paredes de los vasos sanguíneos. Si sigues una dieta adecuada podrás prevenirlos y aliviarlos:
Alimentos “amigos” de la circulación
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Grasas poliinsaturadas:
Los aceites de girasol, maíz soja, los frutos secos y el pescado azul disminuyen la viscosidad de la sangre y favorecen la circulación.
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Alimentos ricos en potasio
El potasio tiene la propiedad de eliminar el agua. Consume diariamente hortalizas, verduras, fruta, cereales integrales, legumbres y levadura de cerveza.
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Chocolate puro
Un estudio ha demostrado que pequeñas dosis diarias de chocolate negro puro aumenta la resistencia de los vasos sanguíneos gracias a su altísimo contenido en flavonoides (epicatecina, flavonoide propio de cacao).
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Arándanos
Los arándanos son los grandes aliados de la circulación y del corazón. Un estudio de la universidad de Maine descubrió que el consumo diario de arándanos disminuye el riesgo cardiovascular. Tómalos frescos, en zumo o en extracto.
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Agua
Es importante aumentar el consumo de agua, la bebida más recomendable, para facilitar la eliminación de toxinas y mejorar la circulación. También se pueden tomar infusiones de té rojo, diente de león, ortosifón o cola de caballo porque ayudan a eliminar líquidos acumulados.
Alimentos “enemigos” de la circulación
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Grasas saturadas:
Evítalos porque su consumo excesivo puede aumentar los niveles de triglicéridos y colesterol y la viscosidad de la sangre, dificultando su circulación.
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Sal:
El sodio contribuye a la retención de agua. Presta atención también a alimentos ricos en sodio como aceitunas, quesos curados, embutidos, conservas, patatas fritas…
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Café, alcohol (y tabaco):
Elimínalos totalmente de si sufres de problemas circulatorios.